El Rey de los Dioses y sus Hermanos

Tras derrotar a su padre Cronos y liberar a sus hermanos, Zeus se repartió el mundo con Poseidón y Hades, El cielo y el reinado sobre los dioses para Zeus, los mares y todas las aguas para Poseidón, y las profundidades del inframundo para Hades.

Zeus

Zeus es el dios griego del cielo, el relámpago y el rey de todos los dioses y humanos. Sus símbolos son el cetro, el águila y el rayo. A pesar de estar casado con Hera son notables e incontables sus aventuras amorosas, tanto con diosas como con mortales; su prole incluye a grandes héroes con Heracles, Teseo o Perseo. En muchas ocasiones, para seducir a las jóvenes de las que se enamora se transforma en distintos animales, como en el caso de la bella Europa, a la que atrajo convirtiéndose en un toro blanco de cuernos dorados.

 Poseidón

Poseidón recibió en el reparto del universo el mar, el océano y todas las aguas; es además el responsable de los terremotos y el creador de los caballos. Cuando la polis de Atenas no era más que una joven ciudad se ofreció como patrono, sin embargo, Atenea había tenido la misma idea, Para decidir quién sería el patrón de la ciudad los dos dioses ofrecieron un regalo: Poseidón golpeó el suelo con su tridente e hizo brotar un manantial de agua salada; Atenea hizo crecer un olivo. Por el valor del aceite en la Grecia clásica los ciudadanos eligieron a Atenea como patrona, bautizando la polis en su nombre.

Hades

Hades, en contra de su voluntad, fue encargado con el cuidado del reino de los muertos. Cansado de pasar los siglos en soledad bajo tierra decidió salir a la superficie, allí vio a la diosa de la primavera Proserpina y se enamoró perdidamente de ella; con ayuda de su casco de invisibilidad la raptó y la llevó a su reino donde le dio de comer una granada que le impediría huir sin su permiso. Debido a la ausencia de la primavera los cultivos de la tierra empezaron a morir así que Zeus negoció con su hermano. Llegaron al acuerdo de que Proserpina pasaría seis meses al año bajo tierra con Hades y los otros seis en la superficie. Este hecho dio origen a las estaciones.